Jeff Hastings, DIRECTOR GENERAL
A principios de esta semana, los organizadores de la feria DSE confirmaron lo que muchos de nosotros habíamos sospechado durante meses: que DSE no se celebraría en 2020 como estaba previsto. Lo que nos sorprendió un poco fue la entrada de Exponation en el capítulo 7 de la ley de quiebras, un movimiento tan abrupto y terminal por parte de la organización que levantó nuestra industria durante tantos años.
Resulta difícil entender cómo una reunión anual que esperábamos cada mes de marzo se ha convertido en una lápida más en el largo y tortuoso camino de COVID-19. Es un ejemplo más de cómo esta pandemia sigue alterando el panorama no sólo para los proveedores del sector audiovisual, sino también para las organizaciones del sector que han contribuido a dar forma al espacio de la señalización digital hasta convertirlo en lo que es hoy.
La marcha de DSE deja un vacío que se llenará con el tiempo. No es algo que vaya a suceder este año y quizá ni siquiera en 2021, pero creo que tiene que haber algún tipo de punto de contacto perenne en el que podamos reunirnos todos los que formamos parte del sector de la señalización digital. La reencarnación lógica de DSE sería algún tipo de espacio dedicado en InfoComm, pero esa feria atiende a un público mucho más amplio y podría ser difícil reunir a todos los proveedores de señalización digital en un espacio dedicado sin fragmentar otras partes de la sala de exposiciones en el proceso. Y supongo que es posible que un editor o empresa de producción de eventos pueda comprar el nombre DSE y los activos relacionados como parte del procedimiento de quiebra de Exponation, con el objetivo de resucitar DSE de nuevo algún día. Cualquiera de los dos escenarios es posible, pero no me atrevería a decir que son probables.
2020 ha sido un tiempo de pérdida, a muchos niveles. Nuestros corazones están con la familia Exponation. No me cabe duda de que agotaron todas las opciones antes de decidir el camino que tomaron. Y, por desgracia, la desaparición de DSE tendrá un efecto dominó en todo el sector, con docenas de empresas que probablemente no recuperarán los depósitos de las ferias y otros costes irrecuperables relacionados.
COVID-19 ha catalizado giros e innovaciones que sencillamente no se habrían producido en circunstancias normales. Lo he visto no sólo dentro de BrightSign, sino también en las numerosas organizaciones asociadas con las que hemos colaborado en los últimos seis meses. A pesar de todo este pesimismo, sigo siendo optimista. Confío en que nuestro sector en su conjunto saldrá de esta pandemia más fuerte de lo que entró en ella.
